Es abril,
una llovizna oblícua´,
fina , casi imperceptible
casi tibia
me sorprende
yo estoy arrodillada
y mis manos juntas que rezaban
en un cuenco improvisado se trastocan,
gota a gota, allí recibo, salpicándome
los cristales de una nube desaguada
Te presiento, allá en el infinito,... majestuoso
observándome
Y lentamente me bebo
alucinada
los resplandores de tu alma