Querido Gorgias de Leontini,
¿El cielo existe o es lo que se ve?
¿Necrológicas es lo mismo que efemérides?
Toda precaución es poca…
Camina el ebrio por el cementerio…
dice que el suelo está resbaladizo.
Hay panteones encerados,
será que algunos gustan
de distinción jerárquica
hasta en el más allá de la frontera.
Hermanas salesianas de Etiopía,
¿conseguiremos la senda de perfección?,
me temo que la rivalidad
no es semilla a germinar en camino nuevo.
Tal vez sean nitratos buenos
esos restos de patas de crustáceos,
¡por la zona hay cangrejos!
Y anchoas de mi Cantábrico,
¡a veintiocho euros el kilo en mercado!
Templo de Karnak, sean tus efigies alineadas
pasadizo de noble imperial.
Ojos de democracia, ¿dónde estáis?
Falacia verbal para el obrero parroquial.
Antropólogo Lévi-Strauss, ¡complicado tu método!
ése, el de estructuras inconscientes,
¿será que cuando no sabemos hacer preguntas,
estamos expuestos a manipulables respuestas?
(ando pensando en ese periodista y ese dirigiente...).
Sabios hombrecillos navajos,
no revelaremos todo lo que sabemos.
¡Sonatas urbanas para piano!
Y me enamoré de un sueño…
¿Algún día aprenderé
a hacer un dichoso escabeche?