Mi corta vida se engarzó a una espina
Un punzante filo que desgarró mi alma
Cortando una parte que antes fue mía,
Devorándola toda me quitó la calma
Fue el principio de un sentir de agotarse
Mi piel intacta pero mi esencia cortada
En ese jardín de púas que la reclamase
Diciéndome con sutileza que la dejara
Pasos de dolor que me adentran al frio
Latidos lentos de un agónico corazón
Mis pesares reunidos en estos sembríos
Y en el centro estás tú como su razón
Fuerzas mermadas por potente morfina
Bellas amapolas me llevan a tus brazos
Felicidad eterna que mi mente imagina
Burbuja de cristal que se cae a pedazos
Se ocultó el sol, ya no alumbra el camino
Ilusiones rotas me llenan de oscuridad
Separan parte de mi alma de mi destino
No más fantasías, atado quedé a la realidad
Con mi sangre han florecido las amapolas
Con mis sueños han alimentado su color
Pero de su jardín me han desterrado todas
Condenado a una vida de constante estupor.
Andrés Ruiz H.