Los ojos de mi mente
se fijan en el umbral
de un bello lugar;
observan incrédulos
una hermosa silueta,
figura que se forma,
ilusión sublime, nada igual.
Entre nieve en mil partes
y una singular luminosidad,
se registra un movimiento
suave y sensual,
sensación que deshace,
sentimiento embelesado,
imagen tierna, angelical.
Gran pasividad transmite
el ambiente que la rodea;
el tiempo y la distancia
son un segundo y un suspiro;
un símbolo en el espacio,
un aliento de vida que infunde,
fuente de amor, un manantial.