Andrés Mª

LA TERAPIA PRECISA

Cuando te oprime la ausencia,

como si fuera un zapato,

se va conformando el callo

en mi piel, sin tu presencia.

Y mi piel te necesita,

precisa tu hidratación…

es como una bella flor

que sin agua se marchita.

Cuando la piel es de adentro,

la que envuelve el corazón,

se hace más fuerte el dolor

en un constante lamento.

En el amor no hay podólogos.

Su propia naturaleza

es la que extirpa durezas

con el bisturí del diálogo.

Por eso yo me someto

a la terapia precisa:

con tu calor y sonrisa

yo me siento un hombre nuevo.

 

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