Deben ser sus manos de acero
o la boca cruda de fetichismo
o la luna roja del hedonismo
que me recuerda el azúl de tu pañuelo.
Quizá las hondas de su cabello
el viene y va de sus caderas
tal vez los ojos que me recelan
o la canción que igual entona.
No se si su aroma plástico
el recuerdo vivo que en ti se viste
o mi memoria que no resiste
traer de vuelta tu cielo raso.
Como nervios en flor de mayo
mis silabas de algodón y fieltro
te recuerdo en su mismo cuerpo
te invoco en sus ademanes.
Que al menos fueras linaje
de las vidas pasadas y mixtas
olvidarte es una sonrisa
que por dentro llora reprimida.
En su ropa te logro ubicar
ya ni su rostro me parece el mismo
su cabello, dejo de ser liso
soy mas triste que mi enfermedad.
Espero dejarte nada mas en fotos
y no perderla también a ella
eclipsas otra de mis estrellas
y el licor me vuelve a traicionar.
Blas Roa