No sé qué tienes que ante ti mis llamas debilito
y tiembla de mí el alma a marioneta de tus hilos
que sometes de mí las venas a cascada de tu río
y en astucia de tus ojos mi pasión va al desvarío.
Desvarío con que me lanzas rapaz a tus abismos
mientras enredas en tus dedos de mí cada rizo.
Rizo de espuma en que viertes de mí los vinos
y víctima de tu roce a ti van ciegos mis destinos.
Destinos de mis labios que aún purpúreos te besan
y de mi piel que renovada primaveral te da la seda.
Seda en la que aún de escarchas contigo duermo
y sorprendes de mí ávido el deseo a vasos llenos.
No sé qué tienes que farol a mi mariposa das vuelo
voy impulsada buscando reinos donde eres el cielo
que habitada de ti mi fantasía vaga querubín bello
y que por tu laberinto devota de placer viva muero.
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Propiedad intelectual Lucero Moscoso