Voy en mi camello,
Cargando mi lámpara,
dentro de si un genio,
lleno de penumbra,
deseos enfermos concede,
Su cárcel es verde como el hade,
pero mas brillante que el sol,
magia pasa a nuestro son,
Guerras implacables empezamos,
los Sheiks árabes caen,
Nuestra cabhala mostramos,
Signo de nuestra doctrina y placer,
el humo negro de las nubes,
es nuestro síntoma mas puro,
pues el arcoíris es para temer,
esas dunas son nuestros escombros,
Cada vez que salimos a asaltar,
hechizos oscuros hablamos,
y le hacemos recorrer en tú cuerpo,
Como la arena de este desierto,
Oh, Ala, que te revistes como jehová,
dame mas poder al caminar,
y dejar mas seca estas arenas,
calientes y frías como tú amar,
Cinco castillos he construido,
al nombre tuyo como mis mezquitas,
con la ayuda de los endemoniados genios,
ven, ven, soy tu hijo de la santa guerra,
déjame volar en tú alfombra mágica,
Para ver la carrosa de fuego,
¿mis ojos rojos no te recuerdan la promesa?
que me guiarías con las estrellas
Te traigo regalos moribundos,
que aun lloran y suplican,
Pero ven, y hazme santo de nuevo,
para tomar de nuevo mi altar,
revísteme de seda,
para ser mas grande que galilea,
y mi reino sea recodado por las eras,
dame poder, mas poder al caminar,
Oh, genio despiadado,
El futuro esta labrado,
Caminar por las calientes arenas,
es nuestra placentera condena.