Techo de tejas rojas
añejado por el tiempo
sobre la cañabrava
que nos protege del sol
de la lluvia y de la noche
es quién nos da el calor...
Calor de familia buena
donde pudimos crecer
desde mamá y sus hermanos
sobrinos y nietos también
biznietos y tataranietos
entre otras generaciones
que hemos podido converger...
Al calor de la abuela Rosario
que nos pudiste educar
con todo el amor del mundo
nos enseñaste a amar...
Compartiendo todo desde el pan
que a ninguno le ha de faltar...
Héctor Molina
Copyleft - GFDL (Licencia de Documentación Libre de GNU)
Todos los perjuicios reservados
Todos los derechos revocados