Tu nombre no pudo ser mas claro
los dioses te consignaron a la lucha
y tu espada inmortal defendió al
soberano
tus manos se mancharon de sangre
pero tu espíritu feroz jamás flaqueo
Defensor de los grandes señores
dueño de mil historias sin contar
la gloria has dado al Japón
porque escogiste morir
antes que tu espada rendir.
Vive, el sol vuelve a nacer
Siente una vez más
tu deseo incontenible de luchar.
Vive, alza tu espada
en nombre de dios o del Japón.
Tu honor jamás se corrompió
y tu orgullo nunca cedió
y aunque derramaste sangre
Dios ya te perdono
No podrás encontrar en este mundo
ni en la historia de lugares remotos
un ser tan noble y orgulloso
como lo eres tu honorable samurái.