Ha decir verdad falto a mi carácter,
Daño al señor que mueve mi libertad.
Al pasivo comité que envuelve mi paz;
Adiós, será mi verdad, ser fuerte no más.
Dejo que el camino de la tristeza
Avance sin mi, y yo por allá.
Perdido entre árboles que privan la luz.
La música no canta más.
Y cual ciego y sin piernas pretendo correr,
Llegar a tus brazos cerrados; tatuados con
Con las marcas de la costumbre.
Presa sin esconderse, pues el cazador yace por cobarde.
Al parecer si tuvo fin la mar, las estrellas y mi amor.
No basta con llorar, falta cavar esa tumba
En la que te desenterré y te enterré, tantas veces,
Como mencioné el mismo adiós.
Sombras de soledad no teman más,
He vuelto sin mirar atrás, sin perder
Las capas de mugre que esas lagrimas
Dejan al rodar, por las mejillas de mi faz.