A ella, la mujer de bronceada tez,
la de silueta de sirena perfecta,
la del alma cándida y los ojos cafés,
A ella……,
Que silenciosa, se apodera de mí ser.
A su sonrisa de jazmín florecido,
a sus encrespadas pestañas risueñas,
la que con solo mirarme se adueña
de mi alma, mis versos, mi piel
A ella, mujer de luz en días sombríos,
la que llena todos mis vacíos,
la que enarbolando una sonrisa
hace llegar hasta mí, sus caricias
en este mundo doloroso y hastío.
Ella, que provoca de mi alma un suspiro
ella, que su voz me embriaga muy sonora
a la que quisiera convertir en mi señora
a ella mis versos, mis besos y cariño.
Alberto ®
Amar IS
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