En busca de mi destino
al viento le consulté
por aquel viejo caminante peregrino
que de él, hace años me alejé.
EL conoce los misterios de la vida
conversa con los árboles añosos,
el río, sus cantos de alegría le convida
va en su trayecto ofreciendo sentimientos cariñosos.
Deseo volver para acariciar su aura
embeberme en su saber
que la noche pase y llegue la aurora,
que me enseñe a comprender
.
La voz de la montaña pude oír
“ Busca a Markawuasi , en lo alto, meseta del Perú
Allí, una parte del conocimiento
la otra parte, la pones tú… “
Me interné por la montaña, en busca de aquel lugar.
El mágico embrujo me atraía, como el imán atrae el metal.
Hay maravillas que no se pueden describir
Markawuasi ¿ quién te hizo así?
Y en el rostro de la humanidad, serena,
meditando el anciano, al fin encontré.
Levantó la mirada, reconoció mi rostro,
“te esperaba, me dijo, siéntate”.
En tres días me contó de la raza que allí vivió.
Seres inteligentes; la materia les obedecía,
hicieron todas estas forma. Mensajeros del tiempo.
Conocimiento que me compartió ¡!..
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Florentino Novoa.