Ya no acepto una disculpa,
Ni regalarte mis perdones.
Que desgracia tu amargura,
Como desganan tus razones.
Ni vivir en el llanto,
Ni soportar tus rencores.
Me equivoco, soy humano.
Yo lo acepto, tú en cambio…
Ignoras lo prometido,
Olvidas hasta el olvido;
Vivir de lo vivido,
Es un triste martirio.
Mi boca sin habla,
Tus labios pegados;
El tedio como receta.
Vete a volar, por lo sano.
José Nájera Colindres..