nelida anderson parini

POEMAS VEREDES ( Parte II )

Disculpe usted caballero,

conmigo se ha confundido,

no porque diga, te quiero,

he de sacarme el vestido.

 

No emita un juicio ligero,

dele al pensar, su sentido,

 aunque diga, que le quiero,

no debe andar de atrevido.

 

Que en éste versar sincero,

del corazón desprendido,

no busco yo, un caballero,

para incendiar mí latido.

 

Ignoro por cual sendero,

su buen hablar se ha perdido,

si en su lenguaje de acero,

 es su celo incontenido.

 

Como abejón veranero,

revolotea en mí nido,

y en su aletear pasajero,

busca calentar mí oído.

 

En su volar lastimero,

de mi jardín florecido,

no basta ser zalamero,

para ser bien acogido.

 

 No sea usted  lisonjero,

 ni intente arrancar gemido,

que para prender bracero,

para eso, yo tengo marido…

 

Ahora su verso es severo,

y su mirar  dolorido…

Su pensar es más austero,

dice sentirse afligido…

 

Quizá usted compañero,

ésta lección ha aprendido.

No siempre al decir te quiero,

el fuego se halla prendido…

 

Cuando en decir verdadero,

el verbo llama a Cupido,

  en su cantar plañidero,

siempre útil un cumplido.

 

Asegurando primero,

 con gusto y dulce sonido,

un sentimiento sincero,

sin dárselas de atrevido.

 

Si lo entendió, le sugiero,

que se dé por bien servido,

cada que escuche: te quiero

hágase el desentendido...