En el confuso silencio que me rodea…
Tu voz se escucha con nitidez…
Veo tu figura con claridad meridiana…
Cubriendo de mi alma la desnudez…
Recuerdo cada una de tus palabras…
Pero quisiera olvidar que dijiste adiós…
Que dejaste un vacío infinito…
En el universo de nosotros dos…
Me pediste que no dejara de amar…
Que te gustaría de nuevo verme sonreír…
Mientras mi corazón se hacía pedazos…
Viéndote poco a poco partir…
Sé que me amaste con todo lo que eras…
Sé que no te llevaste rencor en tu interior…
Sé que desde donde estás me sigues cuidando..
Y me sigues dando todo tu amor…
Sé que para ti se acabaron los demonios…
Pero los míos me siguen acosando…
Y aunque otros brazos hoy me protegen…
No impiden que te siga extrañando…
No me quedó nada por decirte…
Nunca callé lo mucho que te amaba…
Y hoy que ya no estás aquí…
Solo puedo gritárselo a la nada…
Sabes que nunca podré olvidarte…
No hacía falta que lo pidieras…
Me dejaste en el corazón un frío invierno…
Porque tú eras mi primavera…
Solo me queda un consuelo…
Para mitigar tu ausencia…
Y es que en mis noches de desvelos…
Puedo sentir tu presencia…
Como prometiste arropas mis noches…
Acunas en tus brazos mis sueños…
Intentas ahuyentar mis miedos…
Sean estos grandes o pequeños…
Susurras caricias mientras me duermo…
Siembras en mis sueños la ilusión…
Luchas contra mis pesadillas…
Y sigues custodiando mi razón…
Sé que me estás esperando…
Y eso pone en fuga al temor…
Quizá para todos te has marchado…
Pero desde tu cielo… sigues conmigo mi amor…
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