Dos amantes se encuentran,
Se miran fijamente,
Con la esperanza en la ausencia,
Rogando por un espejismo,
Rezando por que no sea real.
Se miran y se ríen,
Con la esperanza en el espejo,
Rogando por un fallo en su visión,
Y que lo que observan sea solo un reflejo,
Su propio reflejo.
Un sonido estruendoso los despierta,
Los devuelve a la realidad,
Les cuenta que lo que ven es real,
Les cuenta que llego el momento.
Sin desconectar sus ojos se acercan,
El silencio los invade,
Sin interrumpirse se abrazan,
Mientras el dolor se tatúa en sus caras,
Sin piedad se observan,
Implorando un milagro que los separe.
Ella toma la iniciativa,
Y penetra su alma con dulces sentimientos,
La expresión de él cambia,
Una felicidad inmensa recorrió sus venas,
Él le entrega su vida,
Mientras ella se viste de terror y de pena,
Él la acaricia,
Mientras el rojo de su alma tiñe las manos de su amada.
El está en paz,
Su sonrisa así lo demuestra,
Ella esta angustiada,
Y levemente aparta la mirada.
El la obliga a mirar,
Mientras le dice “Te voy a esperar”.
Él se hunde en sus brazos,
Ella le grita “Te Amo”,
Él se eleva del subsuelo,
Ella le grita “Te Amo no lo olvides”,
Él con su último suspiro le dice “Te Amare por Siempre”,
Ella con el alma desgarrada le cierra los ojos.