Han pasado los días
de aquel adios final
y te dejé partir en silencio
dejé que mi corazón decidiera
amarte sin tenerte a mi lado
aunque mis sentidos me dicen que no
tu elegiste la conquista fácil
los paseos en carro y el placer furtivo
Cansado de buscar la fórmula mágica
para llegar a encender tus sentimientos
sólo me mostraste un desierto sin oasis
tu vida estaba al borde de lo superficial
de la existencia sin luz ni savia vital
donde te sumergías en el placer insano
de palabras toscas y toques grotescos
de hombres y adolescentes sin moral
que satisfacían tu vanidad
Y ahí sigo yo
esperando que puedas volver
algún día cuando descubras lo real
valorando lo auténtico
de todo lo que ofrecí para amarte
quizás sin reproches ni preguntas
estaré aguardandote de brazos abiertos
Y tal vez el tiempo pase
tú con la venda en los ojos
o el capricho de tu arrogancia
siempre pensando que tu belleza
sería la llave de la felicidad
Y en pocos años
tu también un día
cuando te mires en el espejo
verás que se acabaron los días de fiesta
no encontrarás mas esa cara bonita
que utilizabas para seducir incautos
y sin darte cuenta y alrededor tuyo
solo encontrarás la lascivia y la miseria
de seres sin valía que te aceptarán
para deleite momentaneo
cual material desechable
Y entonces quizás yo ya no esté
presente esperando tu regreso
ni habrán mis manos para acariciarte
ni tendrás nunca más quien te ame tanto
te proteja y cuide como yo lo hice
Hasta que llegue ese momento
te seguiré idolatrando
aún cuando no valgas la pena....
de: Victor Hugo