Y se que estoy vivo, que te toco, que te siento, que estás ahí y me provocás ese no-se-que de mucho amor. Un ir y venir de palabras, besos, abrazos, de tocarnos, de decirte te amo. Así, buen suavecito, acercarme a tu oído, enredar mis dedos entre tu pelo, hacer círculos con el, reírme de tu propia cara, porque me causa hermosura, deseo, pasión.
Formas parte de mi vida, estás ahí, no sos exactamente mía, más bien, te hago mía, nos volvemos locos, y me encanta, porque huelo tu piel, la beso, la amo tal y como es, le agrego colores en mi mente como un juego infantil, me divierto pero no destruyo, solo recibo tu aliento, respirando al lado mío, (¿de placer?), como una música, bajita, de salón, que agrada, que hace perfecto el ambiente.