Señor;
permíteme ver la luz de un nuevo día,
deja que me enamore de las nubes
que viaje con ellas hacia la flor mas discreta
para ver emerger mis ideales .
señor;
concédeme un día mas de vida,
para bailar con mis primaveras
y atesorar mis desdichas,
con ellas entendí el concepto de la risa.
Señor;
tan solo un día para amar,
el regocijo que es la vida, reflejada en un niño
para poder luchar por mantenerla
intacta, pura y sincera.
Señor;
no me niegues la fortuna de compartir
mis días, con quienes tanto quiero;
no quiero, cuando me despida
un saco de rencores sobre mi espalda.
Señor;
solo un instante necesito,
para apreciar el fulgor del mundo
y hallar aquel sentimiento
inexplicable y extraordinario.