Deja que corran las palabras
Deja que el río se desborde,
bajo el murmullo de la tarde
que canta a nuestro amor,
sin límite…
Vendrás despacio,
con rostro distraído,
ojos de alegría y labios violeta,
con caminar seguro
dibujando tu silueta,
para el compañero ansioso,
para el amante firme…
Habrá un encuentro
de abrazos apasionados,
labios ansiosos e instantes de silencio
nuevos cuerpos con energía floreciente
entrega de amor,
hasta consumirse la tarde…