Creada fuiste a imagen de Dios,
una costilla de Adán, el uso,
tus acabados llenos de gracia,
en tus virtudes hay perfección.
El fulgor de tus ojos es amor,
de ellos emana la compasión
que algunos hoy ya no sienten,
lagrimean cuando sientes dolor.
Tus labios han de emitir palabras
llenando de confianza a tu amado
instruyendo y guiando a los hijos
encausando la felicidad del hogar.
Usa tus manos con delicadeza,
que destilen la ternura de Dios.
Conduce tus pies por el camino
del bien, la rectitud y veracidad.
Se mujer con copiosa determinación,
no permitas en ti limitación alguna,
vive, goza y ama abundantemente
sobre todas las cosas, alaba al Señor.
Escrito por: Esther Velázquez
02-06-12