nelida anderson parini

TU PRINCESA.

No quiero ser más princesa,

de ésta su jaula dorada,

en la que vivo encerrada,

aguardando una promesa.

 

Mientras mi boca de fresa,

se marchita acongojada,

y mi  frente es coronada,

con tiara de crueldad lesa.

 

Cuando su alma me besa,

con pasión desenfrenada,

mi calma vuela agitada,

hasta que al cuerpo regresa.

 

Ya no quiero ser princesa,

de agonía prolongada,

con la libertad coartada,

buscando vivir ilesa.

 

No me importa su riqueza,

a mí no me brinda nada,

cuando el alma encadenada,

muere sola en su tristeza.

 

Bien lo supo y con destreza,

mantenerme enamorada,

con su palabra hechizada,

controlando mí cabeza.

 

Por momentos gentileza,

con dulzura acompañada,

de repente esa mirada,

 su voz nuestrando rudeza.

 

Ya no puedo su vileza,

soportar  ensimismada,

si su palabra agitada,

se despliega en aspereza.

 

De ésta fría fortaleza,

en que estoy encarcelada,

a soledad condenada,

he de escapar con certeza.

 

Ya no quiero ser princesa,

portando capa arrugada,

fingiendo vida rosada,

mientras la conciencia pesa.

 

No es asunto de belleza,

o felicidad manchada,

cuando el alma es violentada,

ésta muere de tristeza.

 

Vive tú de ésta promesa,

cual sentencia pronunciada,

la mujer que es mal amada,

cuando parte no regresa…