Lucero Moscoso

SABED DE LA MUJER

Sabed que entre criaturas innumerables la mujer la más deleitable 
que seguido el rastro de las rosas en suspiros a su boca se posa
que libélula rozando su gente es hada que corona de amor celeste 
y el canto de su risa da feliz algarabía hasta la lluvia más perenne.

Sabed que a la mujer ni el más cruel de los mares la hizo cobarde 
que su rostro es pincel de soles y estrellas en luces para iluminarle
que a sus ojos caídos están en hinojos luceros en brillo admirable
y todo el que la ama a vivir agradecido existencia más entrañable. 

Sabed que toda mujer tiene una belleza que la hace inolvidable
que con sólo mencionar su nombre se escucha un eco adorable
que abriga fe suficiente para hacer realidad todo lo inalcanzable 
y tiene la magia para sellar historias tristes con gozo inagotable. 

Sabed también que la mujer es bálsamo al llanto de las heridas
que tiene el ímpetu para animar de la jornada duras las fatigas
que su corazón atesora inmensidad de todo abismo en fantasía 
y espigar aún más que la montaña con la dádiva de su presencia. 

Entre lo insondable del firmamento y la amplitud de los desiertos 
sabed que la mujer es el astro con mayor brillo en el universo.

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Propiedad intelectual Lucero Moscoso