“La mano que mece la cuna es la mano que gobierna al mundo”
Así dice un viejo adagio, y así lo creo sin ningún interludio
Tú mujer que diriges un hogar comprendes bien lo que digo
Todos los que te rodean, viven pendientes de tus latidos
Tú que con fortalezas y flaquezas construyes el destino
De aquellos que te aman, y de aquellos que te admiran
No sólo hoy sino por siempre deseo que en tu camino
Permanezcan luz y sabiduría divina que tu accionar perfilan