Desperté de madrugada fría y susurrante
en un destello de luna opacada,
sorpresa de la mañana la aurora centellaba
rayos de luz la bañaban,
bella flor que naciste de una ilusión,
ilusión de campo sencilla radiante y sincera,
en el capullo te formo tan bella,
ya la luna se aleja tan pronto mirar el candor en tu sonrisa,
pues naciste mujer, regalo de Dios que inspira a este poeta
que se atrevió a resalzar a tan bella princesa…