EL PAPAGAYO
Se mueven alegres
allá en lo alto,
con un rabo largo
colores brillantes,
con distintas formas
que chicos y grandes
por igual disfrutan.
¡Vaya zaperoco
el que se ha formado,
pues dos papagayos
vienen en picada…
están enredados!
Los chicos se ríen
por el accidente,
levantan de nuevo
sus lindas petacas,
y con mano diestra
hacen movimientos
a izquierda, a derecha.
Parece entonces
que los papagayos
tienen una fiesta,
bailan tan contentos
que bailar provoca,
a quienes los tienen
a quienes los sueñan.
Si los niños pobres
alguno tuviera,
si los niños ricos
unos compartieran,
no hubiera caritas
con lágrimas tristes,
ni otras vanidosas
riéndose con sorna.
RESERVADOS LOS DERECHOS DE AUTOR:
MIRIAM RINCÓN URDANETA.