bonifacio

El día que fui oreja

El día que fui oreja

Mi boca no dijo nada

Mi corazón estallaba

Más no emitió una queja

Ese día cayeron las tejas

De una casa bien cimentada

Las puertas se descalabraban

Las ventanas se abrieron perplejas

Y yo hallándome entre rejas

Escuchaba y escuchaba

Mientras la tierra giraba

Mi alma aprendió a ser vieja.

 

Ese día fui oreja

Y mi boca una aldaba.