Desde que te vi partir
me sentí vacío sin alma
abracé el silencio de mi habitación
la paz inundó mi corazón
Esa inmensa soledad
que ya lo veía venir encima
lastimaba y laceraba mi interior
tenía la tristeza empapada en el rostro
sabiendo cuanto tú perdías
porque mi mente aunque te dibujaba
mi vida no te quería más en mi mañana
Abrí los ojos a esa nueva realidad sin tí
resignado a no tenerte ni soñarte ya mas
me di vuelta y sentí mi habitación sin eco
parecía la tumba perfecta de un amor sin destino
De pronto apareció la luz con el timbre de esa voz
era mi rayo de esperanza diseñada en una niña mujer
con la gracia y la dulzura ofreciendo un pañuelo
para secar una lagrima del adios definitivo
Con la bella chiquilla a mi lado
arrancando una sonrisa tenue
por esa explosión de vida
que comenzó a mostrarse ante mí
mi tristeza disipándose completamente
borrando el recuerdo de una ingrata mujer
Me sentí liviano arrastrado por la brisa
que envolvía la traviesa y tierna muchacha
cerrando los ojos, gravé esa escena en mis pupilas
de esa carita alegre y cariñosa
que robaba inexplicablemente mis sentimientos
y dejé que el viento rozara mi rostro
deseando una caricia prohibida con ella
Los días van y vienen
me quedaron recuerdos vagos
de aquella que no será mas
y se inundó mis retinas
con imágenes nuevas
de la increible muchacha
que robó mi tristeza
dejándome simplemente alegría
y el deseo de volver a amar
Me detengo feliz de plasmar en mi memoria
estas últimas horas de felicidad
dejándola ir a mi chiquilla sin invadir la senda
que ella tiene trazada en su andar.....
****
de Victor Hugo