Eduardo Torres Isleño

Soy jóven

Soy jóven,

triste, tristemente jóven,

y me canso de la escuela

y me canso del cielo inalcanzable,

y a los que han dicho que exagero, les respondo aquí,

no soy malo ni admirable ni afortunado,

no vivo en los relojes ni en la calle polvorienta

si acaso ando tras el viento,

en la hierba o las flores amarillas, solo,

con mis brazos de árbol,

sin alguien que entienda porque lloro cada fin de semana

sin alguien que me escuche el alma

gritando como una guitarra adolorida

de ruidoso metal oxidado.