Con el pincel en mi mano
veo como muere el ocaso
mientras en mi mente los trazos
veo tu imagen venir.
En mi mano ya descansada,
yace una pluma de marfil,
para escribir los versos
que escribo yo para ti.
Mientras miro el ocaso
la inspiración sobre mis
letras tienen tu nombre
aquellas que presentí,
son letras imaginadas,
son letras de un vivir.
No me leas con papel blanco
con dibujos de carbón
quiero si aun me lees
con alma, y de corazón.
Estas estrellas rosadas
esas que son de mi inspiración
abrazáis con ternura,
te las envié con el sol.
Las diseñe en lienzo de seda
mientras pensando en ti,
aun sin saber tu nombre,
aun sin saber de ti.
Poema 2
No quiero ser un pelicano.
No quiero ser un pelicano,
que come sin trabajar,
no se hunde mar adentro,
para su comida alcanzar.
Yo quiero hundirme en su cuerpo,
de caricias, y pasiones,
no quiero ser un pelicano
déjeme llegar, a su mar
déjeme llegar, al fondo.
Si de algo yo bien lo se;
me acusarían es de robarle,
a un amor,
es de robarle un beso,
en esos sus húmedos labios.