Parece que vivo de un sueño,
y dirás que en el me encuentro solitaria,
que no hablo, no escucho…
y hago de mi sueño fantasía errante.
Te digo que en el vivo,
y que de mi mano llevo al huésped misterioso
que en este sueño gigante somos
y a veces convertidos en guerreros,
huérfanos de armas
en medio de trampas frías
vencimos y existimos.
Tú crees que me pierdo en sueño sin destino,
pero te digo,
que su mirada sagaz ilumina sobre infinito
e inexorablemente abre el camino.
No, no me encuentro sola
al derredor se rompe en trizas la madrugada
y nos hacemos recios
enigmáticos, otras tantas trémulos
haciendo ruido en la nada.
Somos,
tal vez en ti pesadilla,
pues eres monstruo disfrazado en molino
y a Don Quijote y Sancho
les es igual.