Quiero ser el aire que roza tu cara,
la brisa que te cobija en las mañanas,
el sol que alumbra tus andares,
la luna que ilumina, tus solitarias noches.
Quiero ser el soplo, que se cuela,
por rendijas, de tu ventana
y llegar hasta la alcoba,
donde yaces cubierta entre sabanas.
Quiero ser quien te despierte,
con solo un beso susurrado,
sobre tus calidas mejillas
y tus oídos enamorados…
Invisible para estar siempre a tu lado,
borrando tus huellas, que en el camino
haz dejado, sobre la vida, la natura, la tierra,
sobre mi mente apasionada…
Quiero ser invisible, para poder
besarte por doquiera, a empezar
a derretirme, en tu piel morena,
esa que me pinta, de aroma de azucenas.
Besarte, amarte, mujer de seda,
acariciarte en mis sueños, llenándote
de hermosas primaveras y adornando
tus cabellos, con tiernas gardenias.
Invisible para llevarte, sobre mundos
de poemas, recorriendo tu cuerpo,
con canciones, que hablen de amor
y tapizar tu camino, con nubes de algodón.