Estrellas que juegan como pequeñas linternas
que son gotitas de fuego que iluminan tus ojos,
puerta abierta al camino que lleva a tu alma,
allí donde guardas tristezas en rincones obscuros
donde no penetra la luz de mujer enamorada.
Rincones de tu alma donde reina el desamor
con sentimientos que destruyen tus sueños
de mujer sensible como gotitas de escarcha
que se muestran levemente al amanecer
hasta disolverse con el primer rayo de sol.
Quiero ser tu paladín, guerrero sin armadura,
en mis manos no habrá espada ni guantes,
ni siquiera calzado en ese lugar tan delicado,
entraré en tu alma como un leve suspiro.
Iré a tus rincones obscuros y te haré cosquillas
para que queden iluminados con el sonido de tu risa.
Cuanto termine el trabajo me quedaré un ratito
para escuchar la música de tus sentimientos
y compartirlos en comunión sagrada de almas.
Después me marcharé hasta que me necesites,
si me quedo mucho tiempo quedaré atrapado.
FÉLIX