Y así, bebiendo insaciable
De aquel ufano cáliz
De lo vano, lo fugaz,
Y guerras de ideal carente.
Yacen, en durmiente agonía
E inmutable pragmatismo,
Los girones moribundos de
Aquello una vez llamado
.... Humanidad.
En cuyo teatro, es subyugado
Aquello trascendente,
A avíos, planamente cotidianos.
Como arrebatar entonces,
De aquellos que ostentan
Aquel poder, llano y falaz,
El espíritu de Gaya,
Hoy, apenas jadeante?
Como recobrar entonces
El valor de la tierra, sobre
Aquellos químicos y metales,
Sacados de la tierra misma?
Y así, una pregunta, solitaria
Cual soldado en la batalla,
Asalta este espíritu asceta.
Porque existen las armas, aquí,
En un mundo, sediento de paz?