Capítulo 7: Una nueva posibilidad de retomar el sueño
Bernín a pesar del cansancio de varios días de angustia, hambre y desespero, podía verse muy feliz de poder volver a su pueblo, pueblo del que nunca debió haber salido.
En el trayecto contempló el paisaje, y pudo admirar las bellezas que había dejado días antes, por ir en busca de un sueño.
Pudo ver como los cascos de “Reluciente” lucían amarillos como el oro, que parecían como cuatro pequeños lingotes de oro que lo llevaban rumbo a la felicidad. Así llegó a pensar que esa era su mina de oro.
Bernín, volvió a voltear su mirada atrás y pudo ver el polvorín que levantaba el caballo en su rápida carrera; era un polvo amarillento, y su mente volvió de pronto a su sueño dorado, ya que en su felicidad se imaginaba que era oro en polvo lo que llevaba tras de sí para repartir a todos los habitantes del pueblo.
De pronto el sueño volvió a martillarle es cerebro… No quería abandonarlo. No. Era necesario hacer otro intento.
-Ahora tengo un nuevo aliado, dijo en voz baja, un aliado noble y fiel
Luego gritó: Vamos “Reluciente” mi sueño nos espera, vamos amigo lleva tú las riendas del camino, escoge el rumbo que estoy dispuesto a ir donde me lleves.
“Reluciente” fue aminorando su marcha hasta lograr detenerse. Parece como si escuchara la petición de su amigo el soñador de la granja. Pasaron unos minutos y Bernín se aferró al caballo, y esperó tranquilo hacia donde iría el animal… ¡No hubo cambios! El brioso “Reluciente” prosiguió imperturbable su camino hacia la granja; que era el destino fijado en su mente de animal instintivo, siempre poniendo, por supuesto, el empuje de sus cuatros patas que seguían levantando el polvorín de oro por el largo camino.
Dio al caballo rienda suelta
buscando otra oportunidad,
pero el caballo tenía ruta cierta
y siguió su rumbo inicial
Habrá que comenzar de nuevo
retomando el gran proyecto
¿O se habrá esfumado el sueño
que parecía perfecto?
Continuará...