El tren de nuestro amor ha viajado lo suficiente
Para saber que en ninguna estación bajaré solo,
Tú estarás conmigo, iremos, vendremos, viviremos
La más apasionante realidad, un amor sin igual,
Cantaremos la misma canción y así compartiremos
La misma cama, la misma almohada, la misma sábana,
Estaremos en el mismo sueño hasta la alborada,
Nuestros labios se fundirán en el candente beso,
Nuestros cuerpos danzarán en el dulce compás
De nuestro mutuo suspirar, hasta que el verso
Se nos vaya durmiendo en el espacio callado,
Donde solo nuestras pieles en concierto
Entonen el himno en el que nuestros dedos
Hagan arpegios en el teclado de nuestros cuerpos.
Esta noche haremos pacto de amor eterno,
Consentiremos en amarnos contra todos los vientos,
Esperarnos a tiempo y fuera de tiempo
Para dar vida a esa vigilia, bebiendo del vaso de la ilusión,
La ilusión de tenerte más allá del pensamiento.
Volar juntos, soñar juntos, andar juntos,
Siempre juntos por los caminos de Dios,
Sobre el aire, sobre el agua, sobre el suelo,
En el dulce horizonte que nos designe el Creador,
Apasionados uno del otro, siempre enamorados,
Atentos de llevar el mismo paso y nuestras manos
Dispuestas a entregarnos una dulce caricia,
Pero también a sostenernos en momentos malos,
Con tal fuerza, que dondequiera vayamos,
Daremos testimonio de que este amor
Que nació en el morir de un verano,
Estará firme en ciclo múltiple de los años.
El tren de nuestro amor sigue viajando
Y la estación donde descenderemos los dos
Está tan próxima, que ya siento el fuego
De esa chimenea que dará calor
A nuestra siguiente velada de amor.