¡La noche está triste!
A lo lejos suena una linda canción.
A lo lejos. Como para no escucharla
mi oído se aleja, pero llega al alma
y llora el corazón.
¡Cuanto la quiero!
mi alma grita su nombre al vacío,
los ecos suenan en mi silencio interior,
pues fueron sus besos ardientes tan mios,
de sus ojos ariscos su mirada mejor.
¡Cuanto la amo!
la noche está triste, más triste sin ella,
pensar que la tuve y se fué ya de mí,
mis ojos la buscan en la luz de una estrella,
en la tarde soleada que una vez la sentí.
La música me llega tan fuerte hasta el alma,
y en vez de apagar exalta más mi ignición,
sólo ella es mi vida, sólo ella es mi calma,
la noche está triste como mi corazón.
¡Cuanto la adoro!
la noche es constante al pensar que se ha ido,
de sus labios de fuego aún guardo el sabor,
quizás muera mi alma con haberla perdido,
ó reviva en la tarde de un vestigio de amor.
DAVID GARCIA (De ecos del silencio)