Quisiera colgarme de tus ojos
y mecerme en el columpio de tu risa,
ir de aquí a allá por tus mejillas
y verter mis tardes en tus senos.
Soy culpable de algunos de tus malos ratos,
pero mi beso siempre gira tu mirada
y te desnuda de palabras,
te regalo un escalofrío
y me encuentro en tu mirada.
Ya mañana se pondrá mi sol
por debajo de tu ombligo
y caeremos por tu cabello hasta la noche
al despertar la luna quieta
que nos ceda sus verdades
para ser testigo de las tuyas
que se juntan con las mías.
Divagar será la vida amor,
andar de tu paso perenne que me lleva,
que me vuela de los míos
y me deshace los costados
para pegarlos a los tuyos.