Sube la marea con sales de plata,
con dialogo
de horizonte y agua.
Trae ramas de hiedra con olor a tus labios
y me estremece en compresión
como la flor nueva rondando tu boca
que tiernizaba mi alma
como aquella primavera
que poblaste mis ojos con claros cristales/
Lucías tules de blanco,
te enredabas como Blancanieves
en las siete espumas de la marea/
II
Contemplo como entra el incienso
su humo de violetas en tus sienes.
en tus manos recogías líquidos
de esencia madura.
Tu frente deslizaba llamas
en latidos palpitantes/
Eras la comunión con la marea
entrando lengua de cobres y salmos
al silencio de mi sangre/
Me obsequiaste un ardiente enero
y antes de tu caudal de besos,
ya estabas en el volumen
de mis venas un diciembre.