Alvaro Javier

Tras tus pasos

Y ahora que te he encontrado,
Pretendo caminar sobre tus pasos…
Corro con mis pies desnudos
Por estas alamedas para tomarte por asalto,
Intento envolverte entre mis brazos,
Cobijar tu alma con mi pecho,
Cubrirte con mis manos…
Trato de engarzarte a mi piel,
Atraparte firme entre mis dedos,
Pero huyes ocultándote entre la noche
Que no deja ver tu sonrisa dulce…

Quiero clavarte firme a los Andes,
Sujetándote con mis brazos cobrizos,
Haciendo de la cordillera
Una almohada para tu cabeza,
Y desde las alturas mirar tus ojos,
Mientras me disuelvo en tu piel…
Y después de amarte,
Te dejare caer suavemente desde las altas cumbres
Para que te deslices suave,
Transformándote en un valle fértil
Que baja suave desde los Andes,
Deslizándote como enredadera nocturna,
Para ver en tus cabellos brillantes
Todas esas araucarias iluminadas por la luna llena,
Para que cuando sonrías,
Se deslumbren todos,
Con el brillo que emane desde tu boca
Y que sientan ese aroma de tierra fragosa
Que tomas de la brisa mañanera
Del que ahora estoy sediento…

¡Ah! como ansío
Beber de tu sonrisa que tan pocas veces
He podido contemplar lejano,
Ansío besar tus ojos nevados,
Y abrazar tu pecho de cerro orado…
Quiero acariciarte como las maravillas besan al sol
Cuando cantan al viento colorido…

Hoy siento el aroma de esa sonrisa mañanera,
Esa que emana de tu boca desde tus labios gruesos,
Siento tu olor de horno de barro engordado con los besos
Con que amasas el pan que sale de tu boca,
Siento ese aroma fragoso que cae desde tu pecho,
Y tus brazos de ulpo y sandia
Y del caramelo que te perfuma cuando cae la lluvia…
Siento como la hojarasca resuena
Tras tus pasos en esta alameda inagotable…
Siento el trueno y el relámpago
Que te va descubriendo con su luminiscencia…
Siento el jugo de la vid que oculta tu cuerpo,
Como yo oculto también esas secretas rosas rojas,
Que he ido desojando con mis labios
En cada palabra
Con que te he tratado de envolver,
Cada vez que he puesto en mis labios tu nombre
Y en esa pena que te separa de mi piel…