Autor; Víctor A. Rivadeneira M.
Cautiva tu mirada recelosa, colmada de pasión
Mis ojos con rubor te esquivan,
Deteniendo el tiempo a su alrededor,
Esperando el momento adecuado,
Para revelarle mi amor.
Minutos, horas y días pasan,
Y furioso por falta de valor, agonizo
Alimentando una ilusión errante,
Que me consume por dentro por tanto pensarte.
¡Tu Ser! , mi vida cambia, me transforma.
Siento por fin el sentimiento eterno,
Mi alma toma un último respiro,
Antes de tomar una dura decisión.
Hoy he tenido la suficiente fuerza para hablarte,
Me arrepiento del pasado idiota,
¡Tengo miedo! No escucho sus palabras
Me pierdo en su ternura.
Su sonrisa como a un niño, me enamora
Y me recuerda que el amor es más que una palabra,
Sus manos suaves, por error tocan las mías,
En ese momento el hombre más afortunado me sentía.
MI mundo se oscurecío, mi alegría se apagaba
De esa dulce boca el nombre de otro hombre salía,
Después de haber creado un mundo entre los dos,
Simplemente me decías Adiós, y que existía otro hombre y no era yo,
La frustración me destruye “no tengo oportunidad”
La luna se torna roja en su gran inmensidad,
Y mis lagrimas la adornan como si fuera el destino,
¡CRUEL destino¡ que mi vida acaba.
Tu ausencia en mi vida trajo desgracia,
Me estoy aferrando a la nada
Acaso el amor no fue hecho para mi ?
Pregunto desgastado y abandonando toda esperanza.
Ahora sé, el amor se ha olvida de mi,pero,
Me siento mal, sigo enamorado de la misma persona
Mas de el tiempo tardado en dar el primer paso,
Realmente siento amor, pues te esperare toda la vida y la otra.