Fernando Javier Gamero Oviedo
Corazón perdido.
Ya no quiero tener corazón,
para mí ya es innecesario.
Ya no existe buena razón,
para maltratarlo a diario.
¿Lo podré con mis manos zafarlo?
¿o será tu cuchillo filudo?
con el que lograste estafarlo,
haciendo un corte agudo.
Acabaré sin mi respiración,
bañado en sangre en tu lecho;
conmemorando tu conspiración,
empotrando dolor en mi pecho.
Fher.
(Derechos reservados por el autor)