A la luz de un nuevo horizonte,
dejo volar a la imaginación
de mi alma,
y te pienso,
y te presiento,
y no se por donde iniciar,
cuando te vi por vez primera,
el universo se detuvo
para rendirte tributo,
se aceleró el aire
para acariciarte,
el bravío mar entonó una melodía
para rendirte homenaje,
el trinar de los pájaros
se multiplicó por infinito,
que quedó para este pobre mortal,
que decirte,
si mi alma enmudeció,
el corazón se me detuvo,
mis palabras desaparecieron,
pensaba en ti,
y ya no era ni siquiera yo,
me trastocaste la vida,
desapareciste mi corazón.
Cuando llegaste a mi vida,
ya no tuve vida,
se me olvidó andar,
se me olvidó hablar,
se me olvidó pensar,
me desordenaste el alma,
me alborotaste los sueños,
me descompusiste la existencia,
… y pensar,
que nunca te llegué
a conocer…
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Carlos Dos Santos Daniel