Me siento como cuando los scouts esperan un campamento,
Me siento como cuando en la marcha esperábamos una leve brisa de viento,
Me siento igual que los niños con el calendario de adviento,
Esperando un milagro,
Esperando el momento
En el que, gracias al tiempo,
Me des tan alegre contento.
Hoy, por fin, he vuelto a leer tus palabras
Y me he dado cuenta de que no estaban vacías
No eran suspiros de esperanza ya perdidas
Sino palabras sinceras de una de las mejores personas
Que espero ver dentro de no muchas semanas
O de no muchos días.
Guillermo Santiago, noche del 15-dic-11