LenoreMilke

DiscĂșlpame

¿Cuándo fue que comencé a decirte cosas sin sentido?

 

¿Cuándo fue que te cansé de mis palabras, dichas con excesiva repetición?

 

Supongo que fue más pronto de lo que parece... Lo siento, me quedé ciega en la ilusión comprobada de tu perfección.

 

Quizá me enamoré más de lo que debía, más de lo que creí poder soportar, más de lo que en alún momento pensé que estaba.

 

Y la verdad es que ahora me arrepiento; no por haberme enamorado, me arrepiento de haberte aburrido al grado de hacerte sentir nada...

 

Mi paranoia ha logrado enloquecerme y tu ausencia me debilita, me desgarra los pulmones sin dejarme gritar lo mucho que te extraño, lo mucho que necesito tu aroma, tu contacto, tu aliento suave y tibio sobre mi rostro antes de poder besarte. Muero más de lo normal a diario, y mis ojos ya secos piden a gritos un descanso de tantas noches en vela esperando a que me llames, ya que no me atrevo a hacerlo yo...

 

Quisiera poder decirte una última vez que te quiero, pero mi voz ya no existe, y por mucho que lo intente de mi garganta no sale ni un solo sonido, porque también he olvidado como hablar... he olvidado todo fuera de ti, eres lo único que existe en mi memoria, y sin ti el mundo me parece tan sombrío y gris que no sé para qué sigo en él, decido morir y al final me retracto, pues no tengo las fuerzas suficientes para hacerlo.

 

¿Dónde quedó nuestro para siempre?

 

Eso lo recuerdo de tu suave voz en una tarde de octubre

 

¿Dónde quedaron las sonrisas?

 

Las borré cuando me quedé perdida, y no sé cómo regresarlas, tampoco cómo recuperar el alma que por derecho es tuya... eso y el corazón que me quedaba, ese que contigo no era de hielo, como lo es ahora sin tu calor...


¿Dónde quedó nuestro para siempre?

 

 

 

Discúlpame... yo lo maté...