Flores de piedra
plantadas en un ático
regadas de olvido
en un jardín hierático.
Flores que vencen
al paso del tiempo
que crecen inertes
sin que las acaricie el viento.
Piedra fría
que no tiene color
alma limpia
que esconde el dolor
Tumba de olvido
que engaña al amor,
corazón helado
sangre sin color.
Agua que no moja
que no empapa la tierra
agua sin vida
nacida en la niebla,
que llora y solloza
mata ilusiones,
tiene atrapados
a dos corazones.
Espinas pulidas
de piedra caliza
esculpidas de miedo
de rota ceniza.
Cenizas de fuego
nacidas del amor
apagadas por el miedo
rescoldos sin calor.
Flores que adornan
espacios invisibles
oscura negrura
de alegría imposible.
Flores que rezan
que llegue algún día
que le devuelvan la vida
que llegue su luz guía.
Abre tu puerta
sólo tu puedes entrar
las flores te esperan
alivia su pesar.
Entra sin llamar
necesitan verte
para volverse a ilusionar.
Abre las ventanas
del ático sombrío
que la luz ilumine la piedra
y empiece a irse el frío.
Riega las flores con tu amor
con besos dale calor
carmín rojo despierta
la fría piedra muerta.
Se rompe la piedra
con la fuerza del amor
espinas caídas
que censan el dolor.
Torrente de agua
que riega la tierra
crecen las flores
como una fuerte hiedra.
Suben las paredes
los muros se pierden
preciosa locura
de universo demente.
Rompen el techo
llegan al cielo
amante que duerme
recostado en tu pecho.
Flores de vida
venciendo el temor
rompieron la piedra
se llenaron de color.
Me diste la vida
me diste calor,
mi vida no existe
si no tengo tu amor.