Al caminar, cierro mis ojos,
Dejo que la brisa, acaricie mi rostro,
Miro el cielo, hay están,
Las estrellas y los luceros.
Me siento chiquita, inmersa en este universo,
Pero inmensamente bendecida,
Porque a mi lado caminan,
Mis dos princesitas, hijas de mi vida.
La noche, ya se cubrió con su manto,
Hay que regresar a casa,
Después de un ardua jornada,
Olvidarse de los percances,
De las palabras inconsientes,
Y tal vez de tantas miradas.
Ya que todos van y vienen, tan a prisa.
El reloj no para, en su tic- tac, tic-tac
Ya nos alcanza el tiempo,
Respirar quiero, camino a paso lento,
Para no confundirme, con la muchedumbre,
Que camina sin cesar.
En el día soy hormiga,
En el Camino soy cigarra,
Y en casa soy una madre, muy atareada,
Que se duerme, ya muy cansada.