Con cuanta alegria esperé este momento
Con cuanta nostalgia te recordé,
pareciera ayer cuando dejamos de vernos.
Tú por tu camino al lado de un nuevo amor,
y yo sin voltear la hoja de mi vida.
Mi vida siguió su camino sin ti,
feliz al encontrar un motor y motivo
de quién aprendí a sonreir,
quién me enseñó lo maravilloso del amor.
Gracias por encontrarte otra vez.
Gracias por saber que fuí parte de ti.
Gracias por nuestra amistad,
que es el regalo más lñindo
que Dios me pudo ofrecer.
Al despedirnos sentí gran emoción
Al despedirnos mi corazón lloró
no de tristeza sino de alegría
al corroborar que fui parte de ti
y que siempre estarás en mi corazón.
En el atardecer de nuestras vidas
nos volveremos a encontrar,
cubiertos de un manto blanco,
y con surcos en la cara, quizás.
Sin embargo todo será felicidad
al saber que perdura nuestra amistad.