Llorando por ti estoy. Me siento como perro regañado.
amarrado al pie del árbol de tu querer. En las noches se escuchan los aullidos,
de este pobre, que ahora esta encadenado.
Los otros compañeros me preguntan.
.....Que te pasa.... enseguida.... les cuento.... mi historia... No me la van a creer...
Paso por aquí, cantando y moviendo su col ita.. y todas las noches, yo la veía.
Hasta que un dia, los dueños de aquella hembra, la trajeron. hasta mi.
Esa noche me monte, en esa yegua alazana, y montado, como buen jinete, corrimos por la sabana. Ella gime aba y decía, que el nudo, no le pasaba. Duramos toda la noche, en ese abrazo de osos. Montado yo gruñía. porque mis camaradas, querían
quitarme a mi hembra. Y entre patadas y mordisco. era ella quien gozaba.